“Vive entre malabares”
Por Joatam de Basabe/Colaboración*, Periodico El Vigia|25 de Marzo
Promotor del arte urbano, Juan Orozco decidió viajar por el país con un mensaje de superación social por medio de la cultura y las artes

"Ahí con lo que guste cooperar, la voluntad es lo que cuenta”, dice Juan Ismael Orozco Higuera cuando realiza sus actos en los cruceros de la ciudad; la gente le responde "Mejor ponte a estudiar, o busca un trabajo”. Hoy, Juan dice: Este es mi trabajo y mi pasión en la vida.

Originario de Ensenada, "El Yohaman”, como es conocido Juan, a sus 24 años ha recorrido gran parte del país, con una idea y un mensaje de superación social por medio de la cultura y las artes.

Proveniente de una familia de escasos recursos y pese a que su padre se fue a los Estados Unidos y no volvió a saber de él, Juan ha encontrado el sentido de su vida entre los malabares, el teatro y la música.

"La conciencia política la tengo desde los 10 años, me la pasaba haciendo dibujos de protesta; participaba en obras de teatro ahí en mi escuela”, recuerda Juan.

"El Yohaman” se salió de su casa a los 17 años de edad con el propósito de recorrer el país "haciendo rock de protesta”, pero su primer viaje se vio ensombrecido por la muerte de uno de sus amigos, quien falleció víctima de una sobredosis.

"En Guadalajara aprendí que los vicios son muy malos, mi amigo se murió de una sobredosis, eso representó muchos problemas para su novia y para mí que fuimos los testigos”, declaró con tristeza.

Después de su primer y fallida experiencia recorriendo el país, Juan, a sus 19 años, decidió aventurarse a la ciudad de Mexicali, donde aprendió la la ingeniosa técnica del malabarismo.

Al cumplir los 21 años se fue a la Cuidad de México y practicó el malabarismo en los cruceros; a su vez conoce a gente que lo comienza a enrolar en las llamadas artes escénicas, y nace su pasión por el teatro.

Del Distrito Federal se pasó a conocer otros estados, entre los que destaca Chiapas, Oaxaca y Tabasco, para luego volver a la ciudad que lo vio nacer, al lado de su madre y su hermano, con quienes vive actualmente.

"Aquí está la gente que amo: mi madre, mi hermano; dije, me voy un ratito de vago, para conocer, y luego regresar aquí a sentar cabeza, porque pues mi mamá no tiene trabajo y me hermano gana muy poco, si yo no estoy en la casa, la verdad sí padecen (...) tengo hermanas, pero ellas ya son punto y aparte, ya viven con sus esposos”, explicó Juan Ismael.

Ya estando de vuelta en el puerto, el joven retomó sus estudios y actualmente está por concluir la preparatoria en un instituto de educación abierta, donde también aprovecha para dar talleres de teatro a jóvenes y así, ayudarse a solventar su colegiatura.

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